Mascarávila es un proyecto de la Asociación Siempreviva, que tiene como objetivo el rescate y puesta en valor de las tradiciones invernales de máscaras abulenses, así como de las danzas y música tradicional, con especial hincapié en las danzas de paloteo.
El proyecto se forja en el marco de la Asociación Siempreviva de Pedro Bernardo. Una idea concebida por el presidente de la Asociación, Pedro Granado, quien en otoño de 2014 inicia los contactos y trámites administrativos para recabar apoyos institucionales de los ayuntamientos y Área de Cultura de la Diputación de Ávila, y poder presentar el proyecto a los municipios, asociaciones y grupos de folklore y máscaras de los diferentes pueblos implicados.
La misión principal de la Asociación Siempreviva, a través del proyecto Mascarávila es:
1º) Conservación, divulgación y promoción de manifestaciones olvidadas del folklore abulense.
2º) Creación y fortalecimiento de lazos culturales entre los pueblos implicados de modo particular, y de las caras norte y sur de Gredos en general.
3º) Fomento de un turismo etnográfico que permita mostrar de manera sostenible las tradiciones de Ávila, con alternancia anual en los distintos municipios y comarcas.
Gracias al apoyo de la Excma. Diputación de Ávila, los Ayuntamientos de Casavieja, El Fresno, Hoyocasero, Navalosa, Piedralaves y Pedro Bernardo, y de los grupos de máscaras y folklore participantes, sin olvidar a las decenas de voluntarios del municipio que trabajaron de manera sobrehumana para que todo saliera según lo esperado, se hizo posible un sueño. Un rotundo éxito que el 21 de marzo de 2015 reunió en Pedro Bernardo, a pesar de la lluvia, a más de 300 participantes y hasta 2000 personas que llenaron las calles y la Plaza de Toros de Pedro Bernardo, en una jornada para el recuerdo.
El pistoletazo de salida se daba a las 11 h con la apertura de las jornadas y del Mercado de Artesanía y Productos de la Tierra, integrado por más de 25 puestos de alimentación y artesanía de la provincia. Acudieron los representantes de los seis ayuntamientos implicados, así como el Vicepresidente de la Excma. Diputación, Ignacio Burgos. Abría las jornadas la vicepresidenta de Siempreviva, Marta Hernández, en un salón de plenos lleno de público.
Tras las intervenciones de los presentes, de las cuales cabe destacar el consenso en la puesta en valor de las raíces, las tradiciones, y el hermanamiento de ambas caras de Gredos, se presentaba el nº XI de la Revista Trasierra, con presencia de la Sociedad de Estudios del Valle del Tiétar. Representaba a la institución el profesor Juan Antonio Chavarría, junto a los colaboradores de este número de la revista José María González Muñoz y Pedro Granado, que presentaron sendos artículos sobre los machurreros y zarramaches.
Tras la entrega de las estatuillas de Mascarávila, se procedió a la apertura de una exposición audiovisual sobre las tradiciones presentes en el festival, así como una interesantísima muestra en vivo de rabel abulense e instrumentos tradicionales. Un maravilloso trabajo del Grupo Cigarra, con un largo bagaje en la conservación y divulgación de la música tradicional abulense.
A las 14,00 h se reunían en la Plaza de Toros de Pedro Bernardo los participantes de los seis municipios, donde se llevó a cabo una comida de hermandad en la que no faltaron las patatas al caldero, entre otras viandas. A las 17,00 h daba comienzo el que quizá fue el momento más espectacular de la jornada: un desfile de más de 250 personas por las calles de este bello municipio del Valle del Tiétar, que terminaba en una preciosa actuación de más de una hora y media de duración a cargo de los grupos de danzas y rondas.
Nadie en Pedro Bernardo olvidará nunca la grandiosa mañana de cañas que ofreció la Ronda de Horche. Vinieron desde Guadalajara, y llenaron con sus aires alcarreños las calles de Pedro Bernardo. De plaza en plaza, de bar en bar, alegraron a los presentes con un repertorio envidiable, y un humor y una manera de ser de esas que dejan huella.
GRACIAS en nombre de Pedro Bernardo, aquí tendréis siempre vuestra casa.
Así, en el desfile se dieron cita los coloridos zarramaches, enmascarados propios de la celebración casavejana de San Blas, acompañados por el grupo de zambomberos
`Pastores de Casavieja' que dieron buena cuenta de la tradición musical del invierno en esta cara sur de Gredos, ataviados con el traje típico meridional. Aún se pone el vello de
punta, recordando la potencia y resonancia de las zambombas, el frío tañer de hierros y calderos, y las voces recias y acompasadas de los pastores.
También las Toras de El Fresno, mascarada asociada a la festividad de San Antón, acompañadas por decenas de cencerreros que tocaban, potenciando aún más el aire desafiante de las
toras entre un estruendo de cobre y badajos. Cuernos y sacos de arpillera, y extravagantes embestidas de los mozos al público con las cuernas de vaca avileña, descubrían ante centenares de
objetivos la esencia de una tradición ancestral y desconocida.
En representación de Hoyocasero, el visitante se deleitó con el color que define a este municipio del Valle de Amblés. Al son de la gaitilla y el tamboril del Grupo Resiste, los manteos de paño amarillo, picados en negro, recordaban a la flor del piorno que es insignia de este pueblo. Salerosas los movían las mujeres y niñas del Grupo de Coros y Danzas de Hoyocasero, arropadas también por sus danzantes masculinos y las vibrantes notas de la dulzaina.
Del amarillo al rojo, los refajos carmesíes del Grupo de Danzas El Maquilandrón, desfilaron al calor de la Ronda de Piedralaves. Aires del sur de Gredos en las notas de laúd, bandurria y guitarra, y el inconfundible eco sordo del cántaro, tocado con alpargata, como es costumbre en la vera abulense. Piedralaves, linda y pequeña como una flor, decía Camilo José Cela, se tornó grandiosa y aún más bella si cabe en el pasacalles por el Balcón del Tiétar.
Navalosa no dejó a nadie indiferente, con la que tal vez sea la más primitiva, mágia y ancestral de las tradiciones de Castilla. Los Cucurrumachos, asociados al hoy en día al carnaval, constituyen un bestiario viviente donde no hay más ropa que una manta pinguera, crines, huesos, calaveras, cuernos y terrorícas estampas. El estruendo de cientos de cencerros a las espaldas de los enmascarados, es música suficiente para envolverlo todo a su alrededor. Se para el tiempo y el visitante se retrotrae a los tiempos en que los vettones poblaban estas sierras.
L@s voluntari@s de Pedro Bernardo, verdaderos protagonistas de este éxito
El último pueblo en actuar, fue precisamente, el anfitrión. Pedro Bernardo mostró todo el esplendor de su folklore, tanto con los recién recuperados Machurreros, como con los coloridos trajes de serrana, los típicos sombreros de paño que dieron fama a este pueblo, y el particular son de la Ronda de Pedro Bernardo, que a golpe de jotas, seguidillas y veratas, animó y llenó de calor su propia casa, acogiendo con su música, sus trajes y sus enigmáticas máscaras a los visitantes de Mascarávila. Mención especial a los voluntarios que apoyaron a la Asociación Siempreviva haciendo de la organización un éxito, así como al recientemente resucitado Grupo de Jotas de Pedro Bernardo en el que mayores y niños de la localidad pusieron toda la carne en el asador para demostrar que aún quedan jotas que bailar. Gracias por su esfuerzo y dedicación, y en especial a Laura Revuelta, la profesora de jotas.